Los campamentos de la desobediencia civil
Los campamentos de la desobediencia civil fueron creados en localizaciones específicas para reclamar el terreno de los viequenses. Los campamentos sirvieron para impedir los entrenamientos militares y protestar las acciones de la Marina. Las estrategias de los campamentos fueron variadas: unos apoyaban un estilo de lucha agresivo y combativo; otros campamentos, en cambio, utilizaron tácticas pacíficas. El campamento Luisa Guadalupe se caracterizó por su uso de fuerza contra la policía y sus métodos combativos de desobediencia civil, pero también por su determinación de continuar la lucha durante la moratoria declarada por otros campamentos después del 11 de septiembre 2001. El campamento Monte David se conoció por sus métodos de desobediencia civil en forma de manifestaciones en el campo de tiro para que los militares no pudieran continuar bombardeando esa área. Muchos manifestantes pensaron que la desobediencia civil constante era la solución a sus problemas, porque desconfiaban de las fuerzas federales. El campamento Mapepe fue nombrado en honor a un nativo que fue asesinado por las fuerzas estadounidenses en los años 50. Mapepe fue un campamento de desobediencia civil creado en el campo de tiro de la Marina en 1999. Los miembros del campamento Mapepe hicieron una casa debajo de la tierra para resistir el desalojo del campo de tiro llevado a cabo por las autoridades federales. Este es un punto de inflexión para la gente de Vieques. Los campamentos de desobediencia civil de Vieques (1999-2001) tuvieron una meta común: reclamar que el terreno de la base militar de la Marina es de los viequenses.