Zenón muestra claramente las dificultades que él y sus compañeros pescadores encontrarán en los años posteriores a la creación de la Asociación de los Pescadores. Además, Zenón asegura que la lucha de estos pescadores no fue simplemente política, sino de muerte y horrores reales, afirmando que en 1983 quedaban tan solo 7 pescadores como resultado de encarcelamiento o muerte desde los manos de la Marina estadounidense. En ese mismo año, 1983, Zenón y los pescadores restantes tomarían en cambio acción política y llevarían a la Marina de los EE. UU. a los tribunales internacionales, argumentando que legalmente no podían mantener a los pescadores alejados de ciertas áreas. En el proceso de estas luchas, como presidente de la Asociación de Pescadores, Zenón pudo finalmente crear conciencia internacional sobre el problema en Vieques (por hablar con la ONU). Sin embargo, lamentablemente, la opinión de estos tribunales internacionales fue vaga, lo que llevó a Zenón a seguir luchando, pero la gente perdió mucho interés en la lucha como resultado.